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¿Qué es el autismo?

El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista. Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 individuos y a 1 de cada 42 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados. Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas. El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.

 

Los trastornos del espectro autista se pueden diagnosticar formalmente a la edad de 3 años, aunque nuevas investigaciones están retrocediendo la edad de diagnóstico a 6 meses. Normalmente son los padres quienes primero notan comportamientos poco comunes en su hijo o la incapacidad para alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil.

 

Actualmente no existen medios efectivos para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura. Sin embargo, las investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede  tener mejoras significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista. Tan pronto como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.

 

Características de su desarrollo son:

 

1 -Alteraciones sociales, que provocan incapacidad para establecer relaciones sociales y la falta de respuesta y motivación hacia las personas, lo cual nos lleva a la necesidad que tienen de adquirir habilidades sociales para desenvolverse en grupos.

2 - Alteraciones en el lenguaje y comunicación, como hemos visto mutismo selectivo sobre todo, retraso en la aparición, ausencia de capacidad simbólica, ecolalia…, lo cual nos lleva a la necesidad de aumentar sus posibilidades comunicativas a través de una comunicación total.

3 - Deficiencias cognitivas, con déficit en abstracción, comprensión de reglas, procesar y elaborar secuencias de tiempo, que no siempre va unido a deficiencia mental, aunque sí en el 75% de los casos, y con rigidez en los procesos de pensamiento.

4 - Alteraciones de conducta, con pautas de intereses restringidos y estereotipados, con peculiaridades como oler objetos, paredes llenas de listas de números, con rituales compulsivos como bañarse en dos horas siguiendo un orden matemático o cerrar cajones abiertos, con manierismo motor estereotipado como balancear el cuerpo, mirarse los dedos a la altura de los ojos, andar dando saltos. Lo cual, nos lleva a plantearnos la necesidad de adquirir pautas conductuales ajustadas a distintos contextos.

5 - Desarrollo motor, en el que existen diversos grados que van desde autistas sin compromiso motor aparente, aunque con desarrollo motriz normal, hasta autistas con afectación neurológica severa y compleja.

6 - Perturbaciones sensoriales, como hiperactividad o hipoactividad o alternancia de ambas con síntomas sensoriales como desviación de mirada, no respuesta auditiva u olisquear repetidamente.

 

 Organización de la respuesta educativa:

La educación de los niños con trastornos del espectro autista debe basarse en

el respeto y la consideración de las diferencias individuales, personalizando la

enseñanza en la mayor medida posible. La respuesta educativa que se le ofrece

se organiza del siguiente modo:

1.- Evaluación psicopedagógica.

2.- Escolarización en las condiciones más normalizadoras posibles.

3.- Concreción de las medidas educativas, los apoyos y los recursos para su enseñanza-aprendizaje, con el diseño de programas de refuerzo o adaptaciones.

 

4.- Definición de los apoyos y el horario del alumno.

5.- Selección de los recursos didácticos y técnicos más adecuados y compromiso de coordinación de los diferentes profesionales.

6.- Aplicación de las medidas señaladas.

7.- Contacto adecuado con las familias para informarles de la medida que se vaya a aplicar y establecer su participación en las mismas.

8.- Seguimiento y evaluación de la propuesta y realización de las oportunas modificaciones y matizaciones.

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